miércoles, 18 de enero de 2012

Poner el pecho


El 25 de julio del 2000 a tan sólo 7 meses de nacido, el siglo XXI nos mostró con el único y último accidente del Concorde en Francia, que este sería un siglo marcado por caídas estrepitosas. Año y medio después, con el episodio de las Torres Gemelas, ya no nos quedó dudas de que este sería el siglo en el que todo se vendría abajo.

No sólo aviones y edificios se derrumbaron . También estallaron creencias, gobiernos, mitos, confianzas, garantías, hipotecas... hasta incluso, prótesis mamarias. Y si el año pasado por estas fechas seguíamos los detalles de la primavera árabe y si Mubarak se iba o se quedaba... Un año después, el interés de todos está centrado en los senos de miles de mujeres. Y, no por lo que todo el mundo creería, sino por el mega fraude de Poly Implant Prothèse que ha afectado a más de 500.000 mujeres en todo el planeta. En esta crisis que nos ha alcanzado a todos, hasta los implantes se desinflan.

Poly Implant Prothèse, más conocida por sus siglas PIP, era una empresa francesa muy seria, la tercera proveedora de prótesis mamarias en el mundo. Que tenía que pasar los controles de la UE y más precisamente del laboratorio alemán autorizado para tal tarea: el TÜV Rheinland que, muy amablemente, les notificaba a PIP, el día y la hora de la inspección.

Tanta educación y buenos modales le permitió a Jean Claude Mas, dueño de PIP y padre de esta monstruosidad, disponer de todo el tiempo del mundo para ocultar y sustituir la silicona industrial, mucho más barata pero altamente riesgosa con la que rellenaba las prótesis (que luego vendía a precios super económicos) por la silicona médica autorizada para este tipo de prótesis... Y claro, al momento de los controles, todos contentos!

Algunos países como Francia, Holanda, Venezuela y Brasil le han hecho frente al problema y pagarán las intervenciones para extraerles las prótesis a las mujeres afectadas. También el recambio de las mismas si las mujeres se operaron por razones sanitarias. Pero hay más países involucrados que todavía no se han pronunciado ante este enorme problema.

Mientras tanto PIP, que se declaró en quiebra en el 2010, acumula todo tipo de demandas. Y Jean Claude Mas, espera plácidamente recluido en su mansión en la campiña francesa a que pase la tormenta. Pero pasará? Son más de medio millón de mujeres que tienen dos bombas de tiempo en su pecho. Que están como las minas antipersona: desperdigadas por toda la geografía del planeta, a punto de estallar en cualquier momento y muertas de miedo.

En esta extraña época donde todo parece funcionar al revés, y lo que estaba arriba está abajo y viceversa, es también un tiempo muy propicio para el ajuste de cuentas. Ahora todos exigimos que se desentrañe la enorme cadena de impunidad y que los responsables se hagan cargo. Ahora les toca a otros poner el pecho y reinvindicar a las víctimas. Nada más.

4 comentarios:

  1. Anita, ja, ja, sigues derrumbando conceptos y creencias que ya no sabemos si son ciertas o falsas, has dejado al descubierto que todo el mundo miente, preferiblemente para su propio beneficio.
    Eso es lo bueno de ser simples mortales, no tenemos nada que vender, nada que se derrumbe y seguimos siendo buenas amigas, aprendí hace mucho que el "AMOR" es gratis, y lo repartimos a quien queramos y lo merezca, como tu, un abrazote y te quiero por siempre...

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  2. Gracias mi querida Edda!!! Definitivamente como la publicidad de la arjeta de crédito, las cosas más valiosas no tienen precio. Te quiero mucho y ojalá pronto podamos estar juntas.
    AM

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  3. Tu capacidad de síntesis es tan impresionante como tus "Datos personales". Tremenda nota.

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