Mostrando entradas con la etiqueta hugo chávez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hugo chávez. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de julio de 2011

Volver

La historia es muy rara. Allá por 1908 un presidente venezolano, Cipriano Castro, aquejado de una difícil enfermedad viajó a  Alemania y dejó el país en manos de su compadre, el general Juan Vicente Gómez. Lo operaron exitosamente, pero no pudo volver. Gómez se quedó con el poder, durante 27 largos años. Castro, murió en el exilio. Seguramente este episodio histórico, tuvo que tenerlo muy presente Chávez durante su convalecencia en La Habana.


Y como para no tentar al destino, el domingo 3 a la noche, desoyendo incluso a sus más cercanos amigos, Chávez emprendió el viaje de regreso a Caracas, no fuera que alguno de sus allegados se avivara, y lo dejara con los crespos hechos. Pero no. Llegó en plena madrugada del lunes 4. Con cara de cansancio y entonando algunas notas de “las bellas noches de Maiquetía”.

Y mientras nos imaginamos a Chávez en ese primer fin de semana de julio, deshojando una margarita en La Habana para saber “si vuelvo o no a Caracas”, a miles de kilómetros de la isla caribeña y con el lujo decadente de las monarquías de medio pelo, en Montecarlo, una mujer lindísima, vestida con un impresionante traje de Armani, salía de la Capilla de Santa Devota convertida en princesa y llorando desconsoladamente, convencida hasta los tuétanos de que se había casado con un sapo horripilante.

Esa mujer con la cara desencajada, durante meses luchó por volver a su país y huirle a su destino de princesa serenísima. Lo intentó 3 veces y no lo logró. La última vez, se asiló en la embajada de su país en Paris y ni siquiera allí estuvo a salvo. Le confiscaron el pasaporte y tuvo que regresar a Mónaco como nenita regañada.

Chávez no pudo asistir a los actos por el Bicentenario de la Independencia. Se tuvo que conformar con un mensaje televisado. Charlene, la princesa triste, volvió finalmente a su Sudáfrica natal para iniciar su “luna de miel” pero fue demasiado tarde. Los chismes en torno a su destino de princesa infeliz, indignada y humillada por las infidelidades de su “príncipe azul”, dieron la vuelta al mundo.


El viaje de bodas terminó antes de lo esperado y Charlene regresó a Mónaco. Por su parte Chávez asistió a una misa para rezar por su salud y aunar fuerzas para la batalla que tiene que librar contra el cáncer. Ese mismo día, regresaba Facundo Cabral a Buenos Aires, acribillado por múltiples disparos que no iban dirigidos a él. Algunos dicen que Chávez volvió para morir en su país. Charlene volvió al suyo, convertida en una muerta en vida… Y Facundo, para que lo lloraran todos.

lunes, 20 de junio de 2011

El Furúnculo de la Revolución.

Pobre Chávez. En menos de un año, su salud ha logrado lo que la oposición no ha podido en 10. Primero fue la gripe espantosa que se agarró no sé en dónde, que le impidió hacer su famosísimo “Alo Presidente”. Luego la rodilla, que lo obligó a cancelar una gira latinoamericana. Y finalmente, el absceso pélvico. Que uno no sabe muy bien qué es, pero que de seguro lo hizo ver estrellas. Pobre hombre. Y para colmo desconfiando de todos. Tanto que se tuvo que ir a Cuba a operar, dicen los malediscentes de la oposición.

Sus seguidores en cambio, dan gracias a Dios por la feliz coincidencia: la aparición súbita del absceso en tierras cubanas. Mejor, imposible. Y Chávez entonces, tranquilito y confiado, entró de emergencia al quirófano de una clínica , que no se sabe, ni se sabrá tampoco exactamente dónde está. Pero es en Cuba, a Dios gracias. Evidentemente una cosa es La Habana (suponiendo que allí lo operaron) y otra muy distinta es Caracas, infectada como está de enemigos por doquier.

Para tranquilidad de propios y extraños, ya circulan por todo el mundo las fotos de su rápida recuperación flanqueado por sus incondicionales amigos, los hermanos Castro. Lindísima foto, donde sólo desentona con el look revolucionariamente informal, la franelita azul claro, que por Dios, qué mal gusto Huguito!!! Se ve que en Cuba, el tema de la moda no le importa a nadie y es contagioso.

Por supuesto que la salud de los presidentes siempre ha sido un tabú, aquí y en la Cochinchina. ¿O alguien se olvida del cáncer de próstata de Mitterrand, silenciado hasta último momento? ¿O el Alzheimer de Reagan, que se hizo público sólo cuando sus olvidos fueron injustificables? ¿O los problemas cardíacos de Boris Yeltsin que lo llevaron a la tumba y de los cuales nunca se habló? O más atrás, el Parkinson de Hittler… Una enorme lista de diagnósticos médicos desfavorables acallados por miedo a ventajismos políticos...

Pero ahora que ha pasado una semana de todo este boom operatorio, uno piensa no, así como al pasar… Chávez no las tiene todas consigo. Podría osadamente decirse que al socialismo del siglo XXI le salió un furúnculo. O como en aquella película de Bergman, al diablo le salió un orzuelo…

viernes, 10 de junio de 2011

Las mentiras verdaderas de Terminator y algunas otras más.

Tan bien que nos cayó Terminator en esa película. Tan espía, tan arriesgado, tan musculoso y además de todo eso, tan buen marido… ¿Qué más se le puede pedir a un hombre? Pero lamentablemente en la vida real, El Governator terminó mal. O por lo menos eso es lo que aparenta en las fotos más recientes. Y es que de repente la suerte dejó de sonreírle.

Su mujer y el mundo entero nos enteramos de su vida paralela mientras regía los destinos de California y ahora tiene que darle la mitad de su fortuna (estimada en unos 400 millones de dólares) a su ex, quien no quiere verlo ni en pintura.





Lo curioso es que todo pasara en las narices de María Shriver y nadie se diera cuenta de nada, durante los casi 20 años que duró esta telenovela barata en la “Casa Blanca” californiana. Los americanos crédulos dicen que son así. Muy crédulos. Y María parece que era de ese equipo. Su marido, no.

Sin embargo, hay algo muy valioso para rescatar en la reacción de María: una vez enterada de la noticia, mandó al marido a la mierda, sin muchas contemplaciones. No así fue el caso por ejemplo, de Hillary, quien tuvo que tragar vidrio molido, cuando el escándalo de su marido con la becaria. Todos pensamos en aquel entonces en el mal momento que estaba viviendo la pobre y el extraño estoicismo con que lo afrontó. Con los años descubrimos que su amor por el poder fue siempre más fuerte que el cariño, aprecio o estima que, presumimos, sentiría por su casquivano marido.

¿Qué tienen en común estos dos casos? Que más allá de lo estrepitosos que sean, ambos pertenecen al ámbito privado de los afectados y no pasa nada más, aunque Clinton estuvo a punto de perderlo todo.

En cambio, existen otras mentiras verdaderas que le joden la vida a un gentío. No importa cuán falsas sean, tienen larga vida e involucran a una cantidad enorme de ingenuos que caen como en un pozo negro de mala suerte y a ver cómo te salvas de ésa.

Aquí les dejo una personalísima y muy incompleta lista de algunas mentiras verdaderas del siglo XXI que, como nubes de smog, inhalamos todos los días, con las subsiguientes consecuencias nefastas para nuestra salud.

1. El Socialismo del Siglo XXI: Ni es socialismo y ni es del siglo XXI. El chavismo está más cerca del feudalismo que de cualquier doctrina moderna.

2. Obama: Ni cerró Guantánamo. Ni terminó con las guerras. Ni le tendió la mano al resto del mundo. Ni solucionó la crisis de su país. Obama… No, you can’t.

3. Las armas de destrucción masiva de Irak: Ni armas, ni bombas. Eso sí, total destrucción y muchos buenos negocios para la reconstrucción.

4. La Comunidad Europea: Todos la mirábamos con envidia. Sin fronteras, unida y tan igualitaria… A la vuelta de 10 años, la realidad nos mostró que la UE se parece cada vez más a la UNASUR.

5. El euro: Todos soñábamos con cambiar nuestros pocos dólares a euros. Ahora ni eso. Cómo vienen las cosas, habría que ir pensando en ahorrar en yuanes.

6. La burbuja inmobiliaria: El sueño de la vivienda propia terminó siendo la peor pesadilla para los pobres compradores, que se quedaron en la calle. ¿Y los bancos que ofrecieron los préstamos? Bien, gracias.

7. Los magos financieros (Madoff entre otros): Los alquimistas del siglo XXI. Todo lo que tocaban se convertía en oro, hasta que cayó uno, Madoff y está preso. Igual siguen “cambiando oro por baratijas”.

8. El milagro económico de Islandia: Como una maldición vikinga, el país más desarrollado del mundo se desplomó así nomás en el 2009, gracias entre otras cosas, a las altísimas tasas de interés que ofrecían sus bancos.

9. El FMI: Bueno, ya ningún ser sensato en el planeta puede creer en ellos. Tan abajo han caído que su director terminó violando a una mucama en un hotel de NY.

10. El rescate de los bancos: Los máximos responsables de los mayores desastres en la economía mundial. Pero ojito, que hay que salvarlos, porque si no el caos sería mayor… Medio difícil de creer ¿no?